Esta producción propia de ZINEBI, de marcado carácter performativo, toma como punto de partida el tríptico de 1987 sobre Bilbao dirigido por Juan Ortuoste y Javier Rebollo, y refleja las transformaciones urbanísticas, culturales y sociales experimentadas en la ciudad.
La proyección tendrá lugar esta tarde, en la Sala BBK – Gran Vía, a partir de las 19:30 horas.
El Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao (ZINEBI), –organizado por el Ayuntamiento de Bilbao–, presentará esta tarde Bilbao Sinfonía, –BBK-Gran Vía, 19:30 horas– una producción propia del festival que toma como punto de partida el tríptico de 1987 sobre Bilbao dirigido por Juan Ortuoste y Javier Rebollo, quiere reflejar las transformaciones urbanísticas, culturales y sociales experimentadas en la ciudad, en los últimos 30 años.
Concebido como un poema audiovisual, las imágenes se acompañan de música en directo, compuesta e interpretada por Aránzazu Calleja y Álvaro Segovia, en colaboración con el percusionista Galder Creo y con textos recitados por la escritora Katixa Agirre. Esta producción propia de ZINEBI59, a iniciativa del proyecto Terrritorios y Fronteras. Research on Documentary Filmmaking (UPV/EHU), se ha presentado a los medios esta mañana en Bilbao, con la presencia del director de ZINEBI, Ernesto del Río, Vanesa Fernández Guerra, programadora del festival, junto a Aránzazu Calleja y Álvaro Segovia.
Y es que, un año más, algunas de las propuestas más originales e interesantes para el público serán las Proyecciones Especiales dedicadas a recuperar la memoria de nuestro cine. Es el caso de Bilbao Sinfonía: tres décadas después de la realización, por encargo del Ayuntamiento de Bilbao, del tríptico de cortometrajes documentales sobre la ciudad dirigido por los cineastas bilbaínos Juan Ortuoste y Javier Rebollo (Bilbao en la memoria, Bilbao como un mosaico y Bilbao, mientras tanto), y tomando como punto de partida esos tres retratos cinematográficos, ZINEBI 59 presenta esta producción propia.
Ortuoste y Rebollo lo hicieron al modo de las sinfonías que en los años 20 y 30 del pasado siglo realizaron cineastas como Cavalcanti, Ruttman, Vigo, Vertov o Ivens entre otros, sobre ciudades como París, Berlín o Niza. Las imágenes de Bilbao, de sus edificios, la ría, los puentes, los trenes, las calles, los coches, el movimiento, la gente, el trabajo y los espacios urbanos, cobraban sentido, como en aquellas sinfonías, a través del montaje, mediante asociaciones, contrastes y contraposiciones que subrayaban la dureza de la ciudad de Bilbao y el carácter mecánico, repetitivo y maquinal de la vida urbana.
Pero Bilbao sufría ya por entonces las consecuencias del declive industrial, el final del modelo de desarrollo económico y social que había forjado su fisonomía y su carácter como ciudad. Y la crisis y el decaimiento se filtraban claramente a través de las imágenes de los documentales, dejando un regusto oscuro y pesimista de la ciudad y su futuro.
Hoy, treinta años después, Bilbao ha cambiado mucho. Ya no es una ciudad industrial. En la ría sobreviven algunas forjas y astilleros, pero ya no son el centro de su economía ni están presentes en el centro de la ciudad. La Ría vertebra la ciudad y Bilbao es, ahora, una urbe abocada a los servicios y al turismo como nuevos motores desarrollo, de la mano del Museo Guggenheim y de una renovada y estelar arquitectura que conforman la nueva imagen de la Villa.
NUEVO BILBAO
Bilbao Sinfonía de marcado carácter performativo, aspira a reflejar las transformaciones urbanísticas, culturales y sociales experimentadas por Bilbao en los últimos 30 años. Para ello, imágenes de la ciudad del S.XXI se superpondrán, creando así una sugerente atmosfera visual, a las filmadas en los años 80 del pasado siglo. En la puesta en escena confluyen además, las imágenes en movimiento sobre la pantalla, con una sinfonía interpretada en directo por la compositora y violinista Aránzazu Calleja y el guitarrista y pianista Álvaro Segovia, en colaboración con el percusionista Galder Creo, con textos de Katixa Agirre
Con esta producción, ZINEBI manifiesta un año más su decidido apoyo a los jóvenes artistas emergentes del País Vasco y a la vez quiere invitar al público de nuestra ciudad a una reflexión acerca del Bilbao actual como una urbe moderna y abierta al mundo que sabe construir al mismo tiempo un espacio para la memoria, para el recuerdo de los hechos del pasado que han ido modelando nuestro presente y nuestro futuro, una memoria construida con pequeños hechos individuales y grandes hechos colectivos, memoria de memorias, palabras construidas sobre palabras.
Aránzazu Calleja (Bilbao, 1977) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco y profesora de violín por el Conservatorio Superior de Música de Bilbao. Es compositora habitual de los directores Haritz Zubillaga (Las horas muertas, 2007; She’s Lost Control, 2010; El ataúd de cristal, 2016), Sergio Barrejón (El encargado, 2008; La media pena, 2011) y Javier Rebollo (Anfitrioi berezia, 2012; Alaba zintzoa, 2013; Txarriboda, 2014). Entre sus trabajos más recientes destaca también la banda sonora de Psiconautas. Los niños olvidados (Alberto Vázquez, Pedro Rivero, 2015).
Por su parte, el reputado compositor bilbaíno Álvaro Segovia, es líder de Cavaliere –junto a Galder Creo–, compositor de bandas sonoras y formador musical. Del punk rock de Bonzos al eclecticismo de la mejor etapa de Atom Rhumba, la figura de Álvaro Segovia es imprescindible dentro del rock bilbaíno de las últimas dos décadas. Además ha llevado a cabo colaboraciones que van del indie de Abraham Boba o Nacho Vegas, al rock de Right Ons o Rubia. Recientemente se ha centrado en su faceta de productor y compositor de bandas sonoras para cine y documentales.
